
Este espacio de encuentro nace con la vocación de servicio para la comunidad educativa. Esto incluye a padres, madres, educadores, personal no docente, abuelos y abuelas, vecinos del barrio, familias elegidas y por supuesto nuestros niños y niñas, adolescentes y cualquier alumno con edades comprendidas entre cero y cien años. Pero también como lugar de reflexión sobre qué significa enseñar, aprender, incluir, crear y vivir en todas las etapas de la vida. Porque terminar de aprender no se termina nunca, no nos engañemos.
Esta casa la ha construido Clara (esa soy yo) pero tiene muchos ocupantes, muchos ventanas y puertas que abrir y un sinfín de habitaciones que habitar. Y la he construido después años de perseguir un sueño, el de una escuela libre, viva,
inclusiva, natural y sencilla, que no simple. Aquí voy a narrar las aventuras de enseñar en casa, en el bosque y en casi cualquier parte amigable para este menester.
Soy madre de dos humanos, de varios animales y de otros tantos proyectos personales y profesionales que ocupan la mayor parte de mi tiempo. Soy maestra vocacional, diseñadora, madre curiosa, cuidadora, artesana y acompañante.
Bienvenidos y bienvenidas, estáis en la escuela de Clara, mi casa, vuestra
casa.